Los integrantes de un equipo tienen tendencia a presentar uno o dos roles preferidos de forma habitual, los cuales están influenciados por factores de la personalidad,
comportamientos aprendidos y capacidades técnicas; también influyen los valores que tenemos y la experiencia que hemos acumulado a lo largo de nuestro ciclo vital.
Meredith Belbin: Psicólogo inglés (1926), en su teoría de los roles plantea que, actuamos de acuerdo a experiencias y motivaciones. Como resultado de sus investigaciones, se definen nueve roles de equipo y la presencia de los cuales dentro del mismo no exige que esté compuesto necesariamente por nueve personas, ya que cada persona puede representar más de un rol. Compartir roles de equipo provoca un mayor entendimiento entre las personas, y que las expectativas sean más reales. Los equipos y los individuos se benefician del conocimiento de todos, lo cual permite una mayor adaptación al medio, ya que el ser humano tiene una particular tendencia a “comportarnos, contribuir y relacionarnos socialmente”.
Se plantea que los roles de equipo se desarrollan, maduran e incluso pueden modificarse con la experiencia y formación.
Como resultado de sus observaciones distinguió tres tipos de equipos de trabajo: orientados por la acción, por las personas y por el cerebro. Los roles se agrupan en tres categorías fundamentales:
Roles de acción: Impulsor (IS) Implementador (ID), Finalizador (FI)
Roles sociales: Coordinador (CO), Investigador de Recursos (IR), Cohesionador (CH)
Roles mentales: Cerebro (CE), Monitor Evaluador (ME), Especialista (ES)
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